Investigadores del Instituto Karolinska en Suecia han creado un nanosensor portátil capaz de detectar pesticidas en frutas en pocos minutos. La técnica utiliza nanopartículas y SERS para amplificar las señales químicas, permitiendo identificar residuos incluso de pesticidas tóxicos sin dañar la fruta. Aunque todavía está en fase preliminar, los sensores son baratos, fiables y podrían producir a gran escala para mejorar la seguridad alimentaria.