Este tren utiliza el principio de interacción magnética que se crea entre dos campos magnéticos para su sustentación y propulsión.
A día de hoy, esta línea es el servicio regular más rápido del mundo, alcanzando una velocidad máxima de 431 kilómetros por hora. Utiliza el principio de atracción y repulsión que se crea entre dos campos magnéticos. Tanto el tren como las vías cuentan con potentes electroimanes, por lo que la repulsión consigue que el tren se eleve unos centímetros sobre las vías. Y la atracción consigue que no salga despedido y pueda deslizarse con suavidad. Los ingenieros del proyecto se mostraron muy optimistas, estimando que podría llegar a superar los 1.000 kilómetros hora pero todavía queda mucho por desarrollar. La principal desventaja, es su alto coste y su elevado consumo energético, para mantener y controlar la polaridad de los imanes.
Victoria Pérez Paredes 2ºBach M