Desde hace mucho tiempo, existe la idea de situar satélites con grandes paneles solares en órbita a la Tierra, donde captarán la energía solar mucho más eficientemente que desde la superficie terrestre y enviarán desde ellos la energía obtenida a la Tierra mediante un haz de microondas o un rayo láser. ¿Hasta qué punto es factible este concepto? Un estudio reciente se ha ocupado de evaluar la viabilidad de lo más básico: los propios paneles solares. Estando expuestos a las condiciones del espacio, ¿sufrirán un desgaste económicamente inaceptable?
Los paneles cubren una superficie mayor, son más ligeros y proporcionan mucha más energía que los paneles solares convencionales. Además, no son caros de fabricar.
El equipo del proyecto también diseñó instrumentos que midieron el rendimiento de estos paneles solares en órbita. Este es el primer estudio de este tipo. En él se hizo un seguimiento del satélite de prueba durante más de seis años, tiempo en el cual el satélite completó más de 30.000 vueltas a la Tierra. Los científicos observaron cómo generaban energía los paneles y cómo los afectaba el desgaste.
Aunque la producción de energía de las células solares se volvió menos eficiente con el paso del tiempo, los investigadores estiman que los satélites generadores de energía solar funcionan y pueden ser comercialmente viables.