Simon Stiell, secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC), ha afirmado que la inteligencia artificial (IA) puede desempeñar un papel crucial en la lucha contra el cambio climático, siempre y cuando se gestione de forma responsable. Aunque reconoce que la IA conlleva riesgos importantes —como el elevado consumo energético de los centros de datos y la posibilidad de que sus beneficios se distribuyan de forma desigual—, también señala que, bien usada, puede ser una herramienta transformadora para acelerar la transición hacia una economía más sostenible.
Stiell subraya que la IA ya está ayudando en áreas como la gestión energética, el análisis de riesgos climáticos, la planificación de infraestructuras resilientes y la eficiencia de sistemas industriales. También puede mejorar la diplomacia climática y facilitar la toma de decisiones complejas en tiempo real.
Sin embargo, advierte que si no se toman medidas, la IA podría agravar el problema climático, especialmente si los sistemas se alimentan con fuentes de energía no renovables. Por eso, hace un llamado a gobiernos, empresas y desarrolladores para que prioricen la eficiencia energética, utilicen energías limpias y aseguren que la IA no sustituya a los humanos, sino que complemente sus capacidades.
Finalmente, aunque destaca avances importantes en la adopción de energías renovables, también menciona que el ritmo actual no es suficiente para frenar el cambio climático. Urge acelerar las acciones globales y garantizar que las tecnologías emergentes como la IA estén alineadas con los objetivos de justicia climática y sostenibilidad.
Lucas Nieto Barrero