La preocupación está creciendo en Wall Street por el crecimiento de la inteligencia artificial ha reavivado el debate sobre una posible burbuja tecnológica. Muchos analistas señalan que las valoraciones de muchas grandes empresas del sector se encuentran en niveles muy altos y recuerdan a las registradas antes de la crisis de las puntocom. La situación empeora por la concentración del mercado en un pequeño grupo de compañías que impulsan la mayor parte del crecimiento, lo que aumenta la fragilidad del sistema. A esto se suma el enorme gasto en infraestructura y centros de datos para sostener la IA, cuyos beneficios aún no están garantizados.Estos factores alimentan el temor de que el entusiasmo actual por la inteligencia artificial pueda estar inflando una burbuja difícil de sostener en el tiempo.
Daniel Cuero Díaz