viernes, 3 de octubre de 2025

Hay más robots trabajando en fábricas chinas que en el resto del mundo junto. La estrategia de Pekín ya es un golpe de autoridad global.


China ya no es solo la “fábrica del mundo”, también es la campeona de la robótica industrial. En 2024 instaló cerca de 300.000 robots en sus fábricas, más que Estados Unidos y Japón juntos, y ya supera los dos millones en activo. No hablamos de humanoides de escaparate, sino de brazos mecánicos que sueldan, ensamblan y mueven piezas a gran velocidad. ¿Cómo llegó tan lejos? Con políticas de Estado como Made in China 2025, créditos baratos y un mercado interno gigantesco que impulsa a sus propias empresas: por primera vez, la mayoría de los robots instalados en su territorio son de fabricación local. A diferencia de otras potencias, China ha convertido la automatización en rutina, integrando inteligencia artificial que anticipa fallos y ajusta procesos en tiempo real. Su liderazgo, sin embargo, tiene límites: aún depende de Japón o Alemania para sensores y chips avanzados, y la falta de técnicos especializados genera un cuello de botella pese a salarios en alza. Pero incluso con esas carencias, el peso de su mercado presiona los precios globales, fija estándares y reconfigura las cadenas de suministro hacia Asia. La gran incógnita ahora es si logrará mantener ese ritmo, reducir su dependencia tecnológica y extender su dominio a los humanoides.

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Hugo Silgo Conde 2ºM

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