De un segundo a otro, nuestro mundo se paró. Nuestro mundo cercano, al menos. El apagón masivo que sufrió España el pasado 28 de abril pilló por sorpresa a hogares, hospitales, comercios... incluso los semáforos dejaron de funcionar. Aunque el operador del sistema, Red Eléctrica, aún investiga las causas, todo apunta a un desequilibrio entre la demanda de electricidad y la generación, en un contexto de creciente penetración de energías renovables.
La recuperación del suministro eléctrico fue desigual y comenzó por el norte y el sur, dejando a Madrid a oscuras durante más tiempo. Algunas personas volvieron a tener luz y servicios en pocas horas, mientras que otras tuvieron que esperar al día siguiente.
¿Qué podemos aprender de un suceso así? Además de la lección humana que nos dejó el apagón —la positiva de quienes salieron a la calle a disfrutar con los suyos y la negativa de quienes arrasaron los supermercados sin importarles las necesidades del vecino—, este momento, que ya pasará a la historia en España —otro más—, nos ha dejado un poso extra de conocimiento sobre la red eléctrica española.
Pero chascarrillos de Twitter (X) y conversaciones de barra de bar aparte, hay quienes en nuestro país trabajan de verdad en soluciones tecnológicas para ganar en resiliencia. Libelium, una empresa especializada en tecnologías para infraestructuras críticas, nos habla en exclusiva de un interesante programa desarrollado con Red Eléctrica que podría ayudar en una situación como el apagón. No para prevenirlo, pero sí al menos para actuar con mayor rapidez.
Juan Pérez Merino 1ºL