Poner un pie en EVA es dar rienda suelta a tu instinto de supervivencia. Un lugar donde el miedo se siente en la nuca y se disfruta como si no hubiera un mañana. Que, siendo sincera, en manos de ese regimiento de zombis, lo más probable es que no lo haya.
Que no te confunda la apariencia chill de su sala, ni las sonrisas de los Game Masters al saludarte cuando entras en sus instalaciones. Una vez que te pones las gafas, el arma y tu equipo son tus únicos aliados.