Desde que se popularizó el uso del teléfono móvil, las sombras de los efectos que este dispositivo tiene sobre nuestra salud han estado planeando constantemente. En 2013, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) clasificó la exposición a las ondas de radio como un posible carcinógeno para los humanos, pero, desde entonces, numerosos estudios han descartado una relación causal. Ahora, una revisión sistemática encargada por la Organización Mundial de la Salud, publicada en la revista 'Environment International', tampoco ha encontrado asociación entre el uso de teléfonos móviles y los cánceres de cabeza.
Alejandro Rodríguez González 3°C