Fue el mes pasado cuando el estado de Washington aprobó un proyecto de ley con un presupuesto de un millón de dólares para combatir el graffiti. Esta iniciativa tenía dos vertientes, por un lado, equipar y mejorar las cámaras de tráfico para identificar a los grafiteros, pero por el otro lado, parte de este presupuesto está destinado para probar nuevas formas de eliminar graffiti en lugares altos y de difícil acceso que tienen un alto coste para las autoridades.
"Se necesitan camiones especializados, llamados UBIT, para los graffitis de difícil acceso. Estos camiones tienen una gran demanda y tenemos seis. Por lo general, se reservan para trabajos de inspección y mantenimiento de puentes de mayor prioridad" se puede leer en un comunicado.
Por ello, ahora están probando con drones controlados para limpiar las calles de grafittis,aunque lo cierto es que hasta ahora no existían dispositivos de este tipo. La idea surgió gracias a una compañía de limpieza que diseño unos drones para que estos pudieran limpiar cristales y techos, y estos los han adaptado para que puedan borrar pintadas también.
Alejandra Serna Vargas 4D