El clima cada vez más extremo de la península ibérica, requiere la implementación de tecnologías y avances capaces de hacer frente a este problema sin seguir contribuyendo a la aceleración del cambio climático.
Puede ser la combinación de una pintura blanca que baja 12 grados la temperatura y una ingeniosa construcción que mantiene la casa siempre fresca, es el caso de este edificio de hormigón. La clave según sus creadores, son los muros de hormigón "autorrefrigerantes" gracias a su patrón ondulado con ranuras y salientes. Cubierta con una pintura blanca con efecto reflectante que permite repeler el calor y reducir hasta 18 ºC la temperatura.
Toman los principios arquitectónicos convencionales con las propiedades de los materiales y nuevos métodos de climatización para que los interiores de los edificios permanezcan cálidos en invierno y frescos en verano con un mínimo gasto de energía. También se han incluido zonas verdes y elementos para producir sombras.
En conclusión, son muy interesantes estas alternativas que no necesitan energía y que aprovechan los propios elementos constructivos para mantener unas condiciones confortables.
Victoria Pérez Paredes 2ºBACH M