Actualmente, los cánceres son atribuibles a infecciones persistentes provocadas por virus, bacterias o parásitos, no obstante, los avances tecnológicos son esenciales a la hora de diagnosticar dicha enfermedad. Por ejemplo, las pruebas de biomarcadores permiten conocer más información sobre el tipo de cáncer que sufre el paciente, mientras que la inteligencia artificial (IA) ayuda a los profesionales a dar con el mejor tratamiento.
Pablo Jaramago Ledo 2ºC