La Unesco ha aprobado un documento que pide un uso ético de la neurotecnología, advirtiendo sobre los riesgos para la privacidad mental y las desigualdades sociales que su uso sin regulación puede causar, especialmente en niños y jóvenes. Estas tecnologías, presentes en dispositivos y videojuegos, recogen datos neuronales inconscientes que podrían servir para manipular a las personas.
Aunque la neurotecnología médica tiene beneficios y está regulada, la comercial no lo está. La Unesco propone crear un marco legal internacional para proteger la privacidad mental y asegurar que el progreso tecnológico se base en la ética y la responsabilidad.
Sergio Torrado Raposo 2ºM