Google está elaborando planes para colocar centros de datos de inteligencia artificial en el espacio, con su primer equipo de prueba previsto para ser enviado en órbita a comienzos de 2027.
Sus científicos e ingenieros creen que constelaciones compactas de unas 80 naves espaciales alimentadas por energía solar podrían organizarse en órbita a unos 400 millas (unos 640 km) sobre la superficie terrestre, equipadas con los potentes procesadores necesarios para satisfacer la creciente demanda de IA.
Los precios de los lanzamientos espaciales están cayendo tan rápido que, para mediados de la década de 2030, los costes operativos de un centro de datos espacial podrían ser comparables a los de uno en la Tierra, según una investigación publicada por Google este martes.
El uso de satélites también podría minimizar el impacto sobre los recursos terrestres y de agua que se necesitan para enfriar los centros de datos existentes.
Una vez en órbita, los centros de datos serían alimentados por paneles solares que pueden ser hasta ocho veces más productivos que los que se utilizan en la Tierra. Sin embargo, el lanzamiento de un solo cohete emite cientos de toneladas de CO₂.
Podrían surgir objeciones por parte de los astrónomos, preocupados porque el creciente número de satélites en órbita baja sea “como insectos en un parabrisas” que dificultan la observación del universo.
Los centros de datos orbitales, concebidos dentro del Proyecto Suncatcher, enviarían sus resultados de vuelta a la Tierra mediante enlaces ópticos, que utilizan luz o haces láser para transmitir información.
Las grandes compañías tecnológicas que impulsan el rápido avance de la IA se prevé que gasten 3 billones de dólares (2,3 billones de libras esterlinas) en centros de datos terrestres desde India hasta Texas y desde Lincolnshire hasta Brasil. Este gasto ha despertado crecientes preocupaciones sobre el impacto en las emisiones de carbono si no se utilizan fuentes de energía limpia para alimentar dichos sitios.
“En el futuro, el espacio podría ser el mejor lugar para escalar los ordenadores de IA”, afirmó Google.
“Partiendo de esa idea, nuestro nuevo proyecto de investigación, Project Suncatcher, imagina constelaciones compactas de satélites alimentados por energía solar, que transportan TPUs de Google y se conectan mediante enlaces ópticos de espacio libre. Este enfoque tendría un enorme potencial de escalabilidad y además minimizaría el impacto sobre los recursos terrestres.”
Las TPUs (Tensor Processing Units) son procesadores optimizados para el entrenamiento y el uso cotidiano de modelos de IA. Los enlaces ópticos de espacio libre permiten una transmisión inalámbrica mediante luz o láser.
Elon Musk, director de Starlink (proveedor de internet por satélite) y del programa espacial SpaceX, declaró la semana pasada que sus empresas también comenzarán a escalar proyectos para crear centros de datos en el espacio.
Lucas Nieto Barrero