Este contratiempo llega en un momento en el que la empresa intenta pasar de los ensayos a la producción en serie.
Un accidente entre dos aerotaxis en el salón aéreo de Changchun, en China, ha vuelto a poner las dudas encima de la mesa sobre si la tecnología de los coches voladores estaría lista para usarse en un corto periodo de tiempo de forma segura. A pesar de que existan numerosos proyectos de este tipo de vehículos junto con un creciente interés en el mercado, los ensayos demuestran que, por el momento, la seguridad deja muchas incógnitas.