Con el nombre de Proyecto A119 se bautizó una iniciativa desarrollada entre los años 1958 y 1959 por el equipo científico de Leonard Reiffel. Su objetivo era lanzar una potente bomba de hidrógeno contra la luna, generando una explosión que sería visible a lo largo de todo el planeta para lanzar un mensaje a sus rivales de que tuvieran cuidado ya que estaban medrando contra la gran potencia mundial del planeta.
Este mensaje belicoso surgió del miedo de los Estados Unidos de perder el poder en la Guerra Fría, sobre todo en una época en la que la Unión Soviética estaba tomando la delantera en la carrera espacial y nuclear. Si bien es cierto que los Estados Unidos llegaron primero a la Luna, hay que tener en cuenta que la gran mayoría de exploraciones espaciales de nuestro planeta se las debemos a la URSS, primera en llegar a lugares tan recónditos como Venus o en enviar astronautas al espacio. Fruto de esto, y del miedo de que la batalla ideológica la ganara el comunismo, desde los Estados Unidos querían hacer una demostración de fuerza pocas veces vista con anterioridad, un mensaje que habría sido terrorífico en cualquier otro momento de la historia de la humanidad, pero que en ese momento de paranoia global parecía lógico.
Afortunadamente se impuso el sentido común y no se detonó ningún artefacto nuclear en la Luna, ni por parte estadounidense ni soviética. Y eso teniendo en cuenta que se advirtió de que podría ser catastrófico para el ambiente lunar, algo que no importó especialmente a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. Durante este tiempo, también se valoró la idea de bombardear directamente el satélite Sputnik ruso, pero eso habría supuesto una importante escalada bélica que habría acabado con una guerra nuclear terrorífica. Por este motivo, parece que decidieron tomar otro rumbo de acción muy diferente.
Al final, el fin de todo esto no era una guerra atómica o lanzar bombas contra la nada, sino lanzar su propio satélite, algo que hicieron finalmente y que se saldó exitosamente culminando finalmente con la llegada del primer estadounidense a la Luna a finales de los años 60. Como los documentos del Proyecto A119 fueron destruidos, no podemos saber qué habría salido de todo esto.
Recientemente hemos visto como China tenía intención de bombardear la luna con un misil, pero con un objetivo muy distinto: crear un cráter en el que establecer una base subterránea y protegida del terrible efecto de los rayos solares.
Cristina Sancho Salomón 4ºD