Bajo el lema «Future First», el certamen de la industria móvil, que se hará de lunes a jueves, abre el debate sobre si el ritmo acelerado del despliegue de las redes tecnológicas es viable ambientalmente.
Después de que hace dos años la junta directiva de la GSMA, la patronal de las firmas de telecomunicación que organiza la feria, anunciara que el Mobile World Congress se quedaría en Barcelona, como mínimo, hasta el año 2030, la edición de este año se presenta como la de la recuperación de la presencialidad, después de que las de 2023 y 2022 estuvieran marcadas todavía por la covid-19.
Más allá de los móviles
En esta ocasión, el lema escogido por el Mobile, «Future First», pone el foco en la necesidad de unir industrias, tecnologías y comunidades para poder apropiarse del potencial que ofrece el futuro. Es decir, mirar al futuro más allá de las tecnologías, incorporando a las industrias adyacentes.
El debate sobre los riesgos de la IA
Durante el último año, la IA ha provocado ciertos temores respecto a si la tecnología puede sustituir el trabajo humano.
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Dejando de lado la tecnología, otra derivada que acompaña al MWC es la masificación de la ciudad de Barcelona y su área metropolitana durante una semana.
Más información. Juan Carlos Luengo Sánchez 2ºM
