Uno de los juicios por fraude más esperados de los últimos años empezó en Nueva York este miércoles.
En el banquillo de los acusados está Sam Bankman-Fried, que una vez fue propietario de un negocio de US$32.000 millones y parecía tener el mundo a sus pies.
El joven de 31 años era un genio de aspecto desaliñado que contaba con el apoyo de grandes estrellas del deporte y el espectáculo que estaban dispuestas a respaldar e invertir en su plataforma de intercambio de criptomonedas
Javier Díez Molina 2ºd