domingo, 14 de enero de 2018

IMPRESIÓN DE ÓRGANOS EN 3D


Uno de los usos más actuales e innovadores en impresión 3D, es un start-up llamado Modern
Meadow, el cual una compañía tuvo la idea de crear carne cruda utilizando una bioimpresora
en tercera dimensión. El material utilizado en este tipo de impresión está compuesto por células
madre que son extraídas de animales por medio de una biopsia. Dichas células son capaces de
reproducirse fácilmente y una vez que se da este proceso, se colocan en un biocartucho, por lo
tanto se utiliza bio-tinta en el proceso de impresión.
El método utilizado para la impresión de carne es un proceso de medicina regenerativa que
permitirá que pronto las impresoras logren imprimir algo mucho más complejo y controversial:
los órganos humanos.


Primeros prototipos
Uno de los primeros grupos de investigadores que se adentró en el maravilloso mundo de la
impresión de órganos en 3D, fueron unos estudiantes de la Universidad de Connecticut, que
realizaron un pequeño riñón artificial funcional. Aunque aún a día de hoy no se ha implantado
su uso en los hospitales, el prototipo era capaz de filtrar las toxinas de la sangre, por lo que
después de perfeccionar la técnica, podría solucionar la vida de aquellas personas que viven
pendientes de las máquinas de diálisis y las listas de espera de trasplantes.

Otro gran hallazgo ha sido el llevado a cabo recientemente por investigadores de la Universidad
de Northwestern, que han logrado desarrollar ovarios funcionales gracias a una impresora en 3D.


Otras utilidades
Parker Turchan es un niño de 15 años de edad que desarrolló un tipo raro de tumor, llamado
angiofibroma nasofaríngeo, típico de varones adolescentes. La masa celular se encontraba
alojada en un sitio complicado, justo en el centro del esqueleto craneofacial, muy cerca de los
nervios que controlan el movimiento del ojo y la visión.


La solución la llevaron a cabo cirujanos e investigadores de la Universidad de Michigan, que
consiguieron imprimir una réplica exacta del cráneo de Parker y, por lo tanto, pudieron practicar
la intervención antes de llevarla a cabo. La operación finalmente fue un éxito y los médicos
pudieron extraer todo el tumor.
Otro caso curioso de aplicaciones biomédicas de la impresora en 3D es la obtención de réplicas
exactas de los fetos a partir de las imágenes tomadas en las ecografías. Esto tiene la gran
utilidad de alertar a los ginecólogos de posibles malformaciones o complicaciones durante el
parto, de modo que éstos pueden actuar en consecuencia con muchas más antelación que a
través de las técnicas de imagen convencionales.


Impresión de órganos... ¿en un futuro
lejano?

En la impresión de órganos, mientras más compleja sea la estructura que se intenta construir,
más complejo es el proceso para hacerlo. Según los expertos, la creación de órganos de mayor
complejidad como un corazón, un hígado o un riñón tardará todavía entre 20 y 30 años.
Los Investigadores rusos del laboratorio 3D Bioprinting Solutions anunciaron que su siguiente
plan es tener el primer riñón en 3D para el año 2018. Por otro lado, científicos en EEUU han
afirmado que imprimirán el primer corazón humano en el año 2025.
Tomás Rodríguez Hermoso

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