La publicidad hecha con inteligencia artificial se ha disparado en cuestión de meses. Lo que empezó como un experimento puntual en agencias creativas se ha convertido en una especie de fiebre: marcas grandes y pequeñas están recurriendo a modelos generativos para producir imágenes, vídeos y campañas enteras en una fracción del tiempo (y del presupuesto).
Coca-Cola fue una de las primeras grandes compañías en probar suerte con un anuncio generado por IA y ahora McDonald’s también se ha sumado a esta tendencia. Pero las cosas no han salido como esperaban.
La cadena ha lanzado un anuncio navideño generado íntegramente con IA que pretendía mostrar, con humor, lo caótica que puede ser la Navidad. A cambio, intentaban transmitir lo acogedor que resulta refugiarse en uno de sus restaurantes. Pero la campaña ha tenido un efecto adverso: el spot ha sido tachado de ser deprimente y visualmente extraño y McDonald’s ha terminado retirándolo tras una oleada de críticas.
Juan Pérez Merino 2ºM