En el corazón de Croydon, cerca del aeropuerto de Gatwick, se encuentra el cuartel general de D3O, la empresa británica que revolucionó la protección de los motoristas y otros sectores con su material homónimo. Este fluido no newtoniano, flexible en condiciones normales pero que se endurece al instante al recibir un impacto, fue desarrollado en 1999 y su primera aplicación comercial llegó en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2006, protegiendo a esquiadores de Estados Unidos y Canadá.
La visita al laboratorio permite ver cómo el material, que parece un líquido viscoso y maleable, se transforma en protecciones para extremidades, espalda, pecho, cabeza, manos y pies. Productos como el D3O Viper Air muestran la innovación constante: más ligero, más ventilado, pero sin comprometer la seguridad. Cada formulación del material requiere hasta diez productos químicos distintos y varios meses de experimentación para alcanzar la combinación perfecta que garantice su capacidad protectora.
Hoy, D3O no solo equipa motoristas, sino que también tiene aplicaciones en deportes, dispositivos electrónicos, uniformes laborales e incluso proyectos militares y colaboraciones con la NASA. La filosofía de la empresa es clara: ofrecer máxima protección sin sensación de armadura, mientras continúa investigando nuevas tecnologías y materiales que permitan evolucionar aún más su catálogo.
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