Un apagón eléctrico el 29 de abril de 2025 paralizó más de 100 trenes en España y afectó a unos 35.000 pasajeros, evidenciando la fragilidad de una red ferroviaria fuertemente electrificada. Aunque la modernización y la apuesta por un transporte más limpio han sido constantes, el suceso dejó claro que faltan sistemas de respaldo eficaces ante emergencias. Las operadoras trabajan ahora en planes de contingencia que incluyen tecnologías como baterías, hidrógeno y almacenamiento energético, mientras se señala la necesidad urgente de reforzar infraestructuras clave y ciberseguridad. Pese al contratiempo, el compromiso con la descarbonización se mantiene firme: la huella de carbono del tren se ha reducido en un 88% desde 1990 y se proyecta evitar casi 10 millones de toneladas de CO₂ para 2030. El tren sigue siendo una piedra angular en la movilidad sostenible, pero necesita blindarse mejor ante lo imprevisto.
Miguel Gómez García 1ºL