Un grupo de investigadores de la Universidad de Berkeley acaba de sacudir los cimientos de la neurociencia visual. No se trata de una nueva técnica ni de un dispositivo revolucionario, sino de algo más elemental y asombroso: el hallazgo de un color completamente nuevo llamado Olo. Eso sí, no todos pueden verlo. Y quizás tú tampoco.
Los afortunados que lograron percibir este tono durante las pruebas lo describen como un “azul verdoso” con un nivel de saturación nunca antes registrado. No se puede representar en pantallas, ni imprimir, ni mezclar con pinturas. Es un color que, aunque suene contradictorio, existe sin poder verse… a menos que tu biología sea intervenida.
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