Los dispositivos "wearables" impulsados por la inteligencia artificial están cambiando el panorama tecnológico, y las gafas inteligentes se perfilan como el próximo gran competidor del teléfono móvil.
Hace más de una década se predijo que el smartphone perdería su posición central frente a dispositivos como relojes y pulseras, que permitirían mantener el teléfono guardado. Aunque esa profecía no se cumplió, la idea ha resurgido con fuerza, esta vez centrada en las gafas con pantalla. Empresas como Meta están liderando esta nueva ola con avances significativos. La compañía ha lanzado mejoras en sus modelos Ray-Ban Stories y ha presentado un nuevo prototipo llamado Display, que cuenta con una pantalla integrada en el cristal y una pulsera que permite controlarlo con gestos. Google, tras su intento fallido con las Google Glass, ha retomado sus propios desarrollos, lo que demuestra un creciente interés en esta tecnología.
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Javier Méndez Bolaño.
